Son historias, sentimientos plasmados en un papel, a veces tan simple.
Porque en realidad todos necesitamos a alguien, y aunque mi corazón late por ti, para amarte, te extraño y te necesito.
Y cada día me cuesta todo más si tú no estás, creo capítulos en mi vida en los que tú ya ni existes, pero aún así sigo necesitandote, y aunque busque compañía en esta soledad te necesito más aún, porque no habrá nadie como tú. Y todo esto es una contradicción, cuánta más gente tengo a mi alrededor más sóla me siento, dejaste un vacío muy difícil de llenar, ya ni controlo mis impulsos, todos son ilusiones, películas inventadas pasadas de mi cabeza a un folio, y al final de todo este duro camino tú eres todo lo que veo, eres tu la persona que siempre encuentro.
Soy sincera, siempre lo he sido, la verdad por delante, nunca fui una falsa, me enseñaron unos principios y por muchas cosas que me pasen esos principios los voy a seguir hasta el final. Tan sólo miento cuando me engaño a mi misma, cuando busco una puta solución a algo que se acabó, miento cuando te digo que puedo vivir sin ti, pero en realidad no es así.
Siempre he sabido reaccionar, cambiar, he sabido superar cada uno de los golpes, armarme de fuerza y valor contra todas esas personas y sacar una sonrisa, eso sí que ha sido falso, aunque nadie se da cuenta de que estoy mal cada noche, cada noche animo a todo el mundo, y ya me sale genial, es la costumbre de fingir sonrisas. He sabido animar a todos aquellos que se sentían flojos, pero, ¿quien me ha animado a mi? creo que a esas personas las puedo contar con los dedos de las manos. Y sí, todas esas noches en vela, llorando hasta quedarme dormida te he esperado, he mandado señales para que alguien viniera y me hiciera sentir la mejor del mundo entero, aunque no lo sea, necesito que me lo digan para sacar cada vez más fuerzas. Esas señales quedaron en el olvido, como todo. Siempre mirando al frente, buscando algo verdadero en todos esos falsos, tan sólo el mínimo, el suficiente.
Bueno, desde aquel momento quisiera detener el tiempo, la peor decisión de mi vida fue decirte adiós, me paro a pensar en donde estás, te busco hasta en el infinito, en el humo de tus cigarros y no me doy cuenta de que ya es tarde, que no vas a volver, y tú ya lo echaste todo al olvido, yo siempre voy a estar aquí.
Aunque el daño sea grave, profundo, yo supe vencer el miedo, dicen que todo se supera, pero ¿sabes?, te vuelvo a necesitar. Tú fuiste la que llenaba ese vacío.
Tú ya no estás, siento que te perdí, pero bueno, se trata de retener los dulces recuerdos, los mismo que echamos a volar hace poco y ya van más allá de la quinta avenida.
Yo se que estas muy lejos, tanto física como psiquicamente, pero aun hay viejos recuerdos del pasado que yo ya no puedo vencer, no me dejan mirar hacia un futuro, un futuro que tú ya no quieres a mi lado, pero yo sí, quizás no manejo lo que siento.
Tú no hacías más que fingir en esta lucha, al final he ganado yo en el "te quiero más". Nunca aprendes si no escuchas.
Pienso que lo tengo todo, pero no, miro más allá de lo material, aunque lo material es algo que yo nunca suelo mirar, ya que lo más importante de mi vida has sido, eres y serás tú, con mayor o menor intensidad, pero seguirás siendo muy grande para mí siempre. Todo me lo dabas tú, y ahora que te has ido, de algún modo quiero demostrarte que te necesito. Nunca me va a faltar valor para decirte que te quiero.
Y en realidad los mejores amigos son los que menos te lo esperas, los que jamás has visto. Ellos me ayudan en la dura lucha de asimilar que ya no estás conmigo, que eras parte de mi y contigo yo me fui, porque desde ese día yo no soy la misma.
Mucho tiempo, muchos daños, pero te sigo sintiendo cerca. Fui arrastrada como un perro, es derramar lágrimas constantemente por todo lo que te quiero, por todo lo que soñé a tu lado y se quedo en tan poco lo vivido. Jamás me faltará memoria para recordarte todos los momentos que hemos pasado juntas, y una vez más recordarte que te quiero, que te echo de menos y que te necesito.
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