jueves, 22 de noviembre de 2012

Aunque falte vuestra presencia.


Atrapada en un mismo lugar, en ese día en el que estábamos todos juntos y nadie se imaginaba que desgracias así fueran capaces de llegar a nosotros. Si lo piensas todo era demasiado perfecto, ¿verdad? Vivíamos con nuestros seres queridos, sin temor a que alguno se fuera a causa de un accidente de tráfico, de una enfermedad o simplemente porque su hora le llegó, y el hijo de puta que vive ahí arriba que parece que le gusta llevarse siempre a las mejores personas, que se ríe de nosotros, y a mi parecer, tomándomelo con un poco de humor, no quería que se quedaran más tiempo. Por aquel entonces yo era feliz, ¿quién no lo era? Tenía todo lo que quería.
Ahora es todo lo contrario, he perdido a seres queridos y cada día veo mejor como se puede ir otra persona más, y os aseguro que es muy doloroso.
Quizá, las personas que no habéis pasado por situaciones así penséis que simplemente es una pérdida, que las pérdidas a veces son ganancias pero no es así, tenéis que estar en la piel de una persona que haya o esté pasando por algo así.
Ya pasen horas, días, semanas, meses, años yo siempre les voy a tener en mi memoria y puede que con mayor o menos intensidad les vaya a echar más o menos de menos, lo que si tengo claro es que me encantaría volver al ayer, a las quedadas en las que estábamos todos, a esos días enteros hablando y así miles de ejemplos de felicidad en estado puro. Y en esos días que solamente quieres abrir los ojos si ellos van a estar a tu lado, dándote los buenos días como solían hacer. Aunque cueste afrontarlo es la realidad, porque sin esas personas ya nada es lo mismo.
Aunque no esteis os juro que os puedo notar, siempre vais a ocupar un lugar muy especial en mi corazón, os echo de menos.

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