viernes, 14 de diciembre de 2012

Si tú me olvidas.


Si llegas al punto en el que no te acuerdes de que existo quiero que sepas una cosa.
Cada vez que miro una foto, cada vez que huelo algo o toco con las malos un tipo específico de tela o forma me recuerda a ti, me lleva a ti como si todas las cosas que hay en mi mundo fueran similares a ti, como si todo lo que existe fueran pequeños barcos con un destino final, pero esos barcos terminan yéndose a pique, a la deriva si tú no me estás esperando.
Si poco a poco dejas de quererme yo no voy a dejar de quererte poco a poco, bien, para mí eso es imposible, no se me pasa por la cabeza un futuro sin ti. Si de repente me buscas, yo estaré ahí, porque no te habré olvidado. Si consideras que alguien que pase por mi vida esta ocupando tu puesto te equivocas, porque como tú no hay nadie en este mundo y como yo no hay nadie que te quiera.
Piensa que en el pasado, un día, a una hora concreta y en un lugar mágico yo te estuve abrazando con la intención de que de mi lado no te fueras nunca, susurrándote y a la vez gritando que no te fueras de mi lado nunca.
La gente es libre de decidir lo que quiera, tu puedes echarme en el cajón del olvido y más tarde tirarme en el baúl de los recuerdos, puedes optar por no acordarte de mi historia, de nuestra historia, también puedes escoger abandonarme, dejarme sola y no saludarme cuando nos crucemos. Esa es tu decisión, pero si recuerdas esa día, a esa hora puedes volver a mi, yo te estaré esperando con los brazos abiertos.
En mi nada se apaga ni se olvida, y aunque la vida pase tu seguirás siendo mi mayor confidente, una gran parte de mi vida.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

"Nunca he sido tan feliz como lo he sido contigo"


Soy de ese tipo de chicas que dan importancia hasta las cosas más simples, de las que se preocupan por todo y es imposible pasar, de las que se hunden en sus propias lágrimas a la mínima. Muchas veces digo que no me lastima decir adiós y despedirme de una persona para siempre pero se que cuando lo hago el mundo se me viene encima, porque lo jodido de las despedidas es que no sabes si volverás a ver a esa persona. No puedo decir que ya no me importas, porque no es así.
Estoy girando, me siento perdida como si jamás fuese a conocer de cerca a lo que llamamos felicidad, yo nunca he sido feliz. Eres feliz cuando te sientes libre, no cuando miles de razones te atan para siempre a una persona. Eres libre cuando decides hacer lo que te venga en gana sin tener en consideración a los demás que están a tu alrededor. Eso es ser libre, y yo no lo soy.
A veces pierdo el control, pierdo el rumbo y hasta me pregunto a mi misma que que está pasando, porque estoy así, en qué me estoy convirtiendo, aunque nunca lo digo, así es como me siento.
Te aseguro que nunca me vas a ver llorar, ante todo tengo que demostrar que sin ti soy feliz, llego a preguntarme por que tengo que demostrar a todo el mundo que soy feliz cuando en realidad no lo soy, es difícil hayar la respuesta, supongo que será puro orgullo, algo que todos tenemos, o alomejor no quiero que nadie me ayude ni que nadie se preocupe por mí, mis marrones son míos y me los comeré yo solita.
Soy de ese tipo de chicas que se hacen la fuerte y la dura, de las que siempre están bien y nunca lloran delante de la gente, aunque no pueda evitar que me brillen los ojos y al mínimo golpe la cascada cae por si sola, pero lo intento evitar por todos los medios posibles. Soy así, es mi forma de ser, buena o mala no se puede cambiar.
Sientes que lo tienes todo pero en realidad el “todo” es esa persona que un día perdiste.
Y déjame decirte algo, nunca he sido tan feliz como lo he sido contigo.